miércoles, 18 de junio de 2008

Poesía para el verano

Ya sé que la poesía no se lee o se lee poco a poco, pero como este blog va de poesía básicamente quiero recomendaros un libro del poeta donostiarra Karmelo Iribarren.
Karmelo es un poeta actual que utiliza un lenguaje preciso y directo, casi antirretórico, por lo que se entiende perfectamente. No necesitamos conocer ningún código secreto, ni desentrañar metáforas oscuras para llegar a la comprensión del poema, porque en ellos nos cuenta pequeñas historias cotidianas sacadas de un bar, de un autobús o de la calle por la que pasamos todos los días.
Con versos cortos, vibrantes, llenos de tensión poética y emocional, nos sumerge en ocasiones en el lado oscuro de la vida; en otras nos ofrece una mirada distinta a la habitual sobre esos acontecimientos aparentemente sin importancia que nos suceden cada día.
En 2007 publicó en la editorial Renacimiento Ola de frío. Anteriormente, y éste es el que quiero recomendaros, había publicado una recopilación de sus libros de poesía bajo el título Seguro que esta historia te suena. No es que Ola de frío sea peor, es que en el primero, por unos pocos euros más, tenéis cinco títulos.

Si antes de acudir a una librería o a una biblioteca, queréis echar un vistazo a sus poemas, algunos están en este mismo blog, en el apartado de Tertulias, marzo, 2008.
Feliz lectura.

martes, 10 de junio de 2008

Ikasle baten ipuina/cuento de un alumno

Jurgi Sarasolak -5.mailako ikaslea- beldurrezko ipuin txukun bat idatzi du. Zoriontzeko modukoa denez, hemen grabatu dut. Ea gustatzen zaizuen. Luis el marino du izenburua.

Jurgi Sarasola -un alumno de 5º- ha escrito un hermoso cuento de miedo. A manera de felicitación, aquí se lo he grabado. A ver si os gusta.


***
Hoy, 22 de enero de 2015, después de muchas vueltas y un poco de suerte, he podido recuperar la grabación que se encontraba perdida. 
Aquí lo tienes, Jurgi:

sábado, 7 de junio de 2008

POEMA DE VERANO


El beso. Rodin


SIENTO EL AGUA A LA ALTURA DE LA VIDA


Siento el agua a la altura exacta de la vida
y en un ir y venir
de sombra en sombra
sumerjo el corazón en la pereza;
el pensamiento, en algún clásico
que me haga más ligeras
las desganadas horas de la siesta
y, cuando el calor es más intenso,
dejo que la piel respire bajo el agua
en hedonista actitud de no hacer nada.

Y así, entre el letargo y la modorra,
voy pasando los días
en espera del alivio de las noches,
porque las noches son otra cosa,
que si en invierno tengo una clara inclinación a la ternura,
en las noches de verano
todo es expansión, recreo, solaz,
juego sin fin.

Me gustan, no lo niego,
el verano, las vacaciones
y ese vivir irresponsable en te quiero.

domingo, 1 de junio de 2008

ALSASUA

Me llevan hasta allí pasos amigos
y no sé nada de su historia,
ni me importa. 
Lo desconozco todo,
salvo que una carretera la atraviesa.
Y, sin embargo, acudo cada año a esa casa
al borde del arroyo y del sosiego,
donde voces amigas discrepan felizmente
en armonía alrededor del fuego
en algunas ocasiones; en otras,
al borde de un plato o del mismo sueño,
y en su pasión no cejan
—quieren recuperar los veinte años—
de proferir palabras sin sentido,
de alimentar discursos que no entiendo,
de quemar el mundo con sus frases.
Mas no importa lo que digan.
Lo que incumbe es estar con ellos,
en la casita al borde del arroyo 
en Alsasua.