domingo, 4 de enero de 2009

TARA, Elena Medel


Acabo de leer este poemario de Elena Medel -DVD ediciones, 2006- y quiero destacar dos cosas: la fuerza expresiva de algunas frases y la mezcla de irracionalismo-surrealismo-realismo mágico.

Tara nos habla de la muerte -el libro está dedicado a la abuela de Elena Medel, fallecida en el 2005- y de lo que en torno a ella vive y siente la autora. No comparto su visión, ni tampoco la cita de Simone de Beauvoir con la que da comienzo esta colección de poemas: Las personas felices no tienen historia. Pero esto es lo de menos.

Me gustan, en cambio, y mucho, esas expresiones redondas, sencillas y fuertes, como la que da comienzo al primer poema:
La noche de tu muerte
Dios acribillaba a gargajos el cristal de mi ventana.

Agradezco como lector esa forma intensa de nombrar la lluvia. En este sentido, me parece espléndido el poema Árbol genealógico.

También me gusta la forma en que nos presenta su reflexión sobre la muerte, y la manera de acercarnos sus vivencias, sus sentimientos. Hay un hilo narrativo a través de siete vidas, los siete apartados en que se divide el libro, y un halo mágico que lo envuelve todo, como en esas historias que nos hablan de otros mundos, pero que están en el nuestro.

Y me gusta, así mismo, el tono prosaico que alcanza algunas veces su prosa poética:

Nuestro plato favorito requería cierta preparación. Mi abuela abría el pescado en vertical, leyendo mi futuro.

Pero lo que más me gusta es la cita del Quijote con la que se cierra Tara. Toda una lección de sentido común y sabiduría popular, pero no por eso menos sabia. Claro que, en este caso, estamos hablando de Cervantes.

Feliz lectura.

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