lunes, 20 de abril de 2009

LAS CUARTILLAS DE UN NÁUFRAGO


Me manda Jesús Aparicio amablemente el último libro que ha publicado: Las cuartillas de un náufrago.

Es un poemario de aire clásico y suave. Poesía meditativa que busca el silencio y huye, por tanto, de la estridencia. Poesía, incluso, tocada por el ala de la religiosidad, que aspira a la contención, a la vida retirada. De hecho, las palabras que más abundan son las relativas al mundo natural (pájaros, flores, árboles, ríos, agua...) y al de las percepciones visuales y auditivas relacionadas con ese deseo de quietud (silencio, luz, sombra, tarde, cielo...). Prevalece la meditación pausada sobre el deseo de acción. Un ejemplo:

Puse infinitas piedras en las Pirámides.
Pulí sin descanso las columnas del Partenón.
Levanté los ochenta y ocho torreones de Ávila.
Dejé mis huellas en el mármol de la Basílica de San Pedro.
Lavé todo el cristal rosado del Seagram Building.
No hice nada.

Sentado en una piedra
al pie de la montaña
veo crecer la hierba.
Soledad y silencio
mueven mis mariposas.
Un mundo queda hecho.

No obstante, y aunque estamos ante una poesía optimista, siempre podemos encontrar algún momento de duda, alguna expresión de inseguridad:

Nada me ayuda a liberarme
de esta sombra de cactus tan ancha como el mundo
y su estudiado instinto devorador de sueños.

Pero son, en cualquier caso, momentos fugaces, porque enseguida recupera el poeta el tono y regresa al canto seguro y bien asentado sobre sus firmes creencias, pues si bien se trata de un náufrago que va anotando sus impresiones en el diario que conforma el libro -de ahí las fechas en cada poema-, en ningún momento está perdido.

El libro podéis encontrarlo en la editorial Vitruvio, o bien, pidiéndoselo al autor directamente. Su blog aparece si pincháis sobre su nombre.

domingo, 19 de abril de 2009

SHAKESPEARE


Coincidiendo con el 400 aniversario de la publicación de los sonetos del genial bardo inglés, vamos a realizar una tertulia poética en la biblioteca municipal de Irún el día 27, a las 5:30 de la tarde. Para los que queráis asistir, ya está colocada la colección de sonetos de Shakespeare que vamos a utilizar como herramienta de la charla.

En esta ocasión he podido contar con la extraordinaria contribución del profesor José Ángel García Landa, de la Universidad de Zaragoza, quien ha redactado un artículo muy interesante, y a quien quiero expresarle mi agradecimiento desde esta entrada por su desinteresada ayuda. Tanto si asistís, como si no, os recomiendo su lectura.

Y si queréis juguetear un poco, más abajo tenéis otra entrada con el poema LX y varias versiones, de tal modo que podáis decir cuál de ellas es la que más os gusta.

Feliz lectura.

sábado, 18 de abril de 2009

¡ADIÓS, CÓRDOBA! ¡ADIÓS, COSMOPOÉTICA!


Mañana, de madrugada, dejo la ciudad. De ella me llevo un río de poemas, una catarata de palabras hermosas, conmovedoras, un grato recuerdo y las ganas de volver.

De las lecturas de esta mañana quiero señalaros dos nombres: Fernando Beltrán y Agustín García Calvo. Al primero no lo conocía, confieso mi ignorancia, y me ha sorprendido muy gratamente su poesía. totalmente recomendable. A García Calvo ¡quién no lo conoce! Provocador, heterodoxo, contradictorio, genial en el diálogo... y mal intérprete de sus propios textos, pero qué importa eso, si a lo que íbamos era a escucharle sus salidas de tono y para comprobar que sigue estando en plena forma en esa lucha permanente contra el mundo.

Os dejo uno de esos poemillas cortos de Isabel Escudero, que tanta gracia tienen. Lo he cogido al vuelo en su intervención:

Incondicional.
Contigo hasta la muerte,
pero ni un poco más.

Espero poder disfrutar el próximo año de una nueva edición de Cosmopoética.

Signos del zodiaco: ARIES

A todos los que han dejado de ser Aries.

El Sol pasa por la constelación de Aries desde el 18 de abril hasta el 13 de mayo, a pesar de lo que digan los horóscopos al uso. Esto es debido al movimiento de precesión del eje de la Tierra.

Dicho esto, vayamos a lo que nos interesa aquí, que no es otra cosa que saber el porqué de ese nombre y de dónde viene. Este carnero es el vellocino de oro de la historia de
Jasón y los argonautas. Pero la historia comienza antes de esa aventura.

Los hermanos Frixo y Hele son hijos de los reyes Atamante y Néfele. Cuando muere la madre, Néfele, Atamante se casa con Ino, y como suele ocurrir en muchas historias de hijastros y madrastras, la madrastra quiere deshacerse de los hermanos y para ello hace que tuesten el trigo que deben sembrar. El trigo, lógicamente, no germina y los campos quedan improductivos. Para colmo, el oráculo de Delfos -que había sido sobornado por Ino- dice que los campos seguirán siendo improductivos hasta que Frixo y Hele sean sacrificados.

Cuando estaban preparados para la inmolación, Zeus manda un carnero alado que tiene la lana de oro (vellocino) y la facultad de hablar. Los niños suben a él y vuelan rumbo a Asia. Sin embargo, surante el vuelo, Hele cae al mar en lo que hoy es el estrecho de Dardanelos, antes Helesponto (=mar de Hele) y se ahoga. Frixo, en cambio, consigue llegar a la Cólquide, donde reina Eetes, que lo acoge y le ofrece en matrimonio a su hija
Calcíope.

Frixo ofrece el carnero en sacrificio a Zeus como muestra de agradecimiento, y éste lo catasteriza en la constelación que hoy conocemos como Aries, y el vellocino de oro al rey Eetes, quien lo consagra al dios Ares y lo cuelga en un encina (árbol sagrado entonces) en un bosque dedicado al mismo dios. Allí permanecerá vigilado por un dragón, hasta que llegue Jasón con sus argonautas. Pero esa es otra historia.

Las estrellas de esta constelación, cuenta la mitología, no son muy brillantes, porque su piel, el vellocino, se quedó en la Cólquida. Realmente se necesita un noche muy oscura y estar lejos de la ciudad para poder reconocerla en el cielo.

viernes, 17 de abril de 2009

COSMOPOETICA

Hoy he asistido al taller de Cómo se escribe un poema, a la lectura en la facultad, a la charla de Manuel Rivas y a la lectura de los poetas jóvenes. Otra vez más debo decir que esto de Cosmopoética es uno de los mejores inventos para los que gustamos de la poesía.

Del taller me han gustado especialmente la intervención de Arkaitz Cano -si no lo habéis leído, ahí tenéis un nombre para buscar en las librerías-, y los poemas de la chilena Teresa Calderón. De la lectura en la facultad, la poesía del esloveno Tomaz Salamun, a quien no conocía y que me ha parecido buenísimo -creo que hay una traducción suya en Visor-. De la lectura de los poetas jóvenes -muy jóvenes-, todos me han causado una grata impresión, pero os voy a dejar un nombre: Estíbaliz Espinosa. No sólo escribe bien, sino que dice el verso maravillosamente y, además, canta, por lo menos tan bien como recita.

He dejado para el final la intervención de Manuel Rivas. Simplemente, genial. Divertido, natural, próximo, capaz de hilar un discurso lleno de sabiduría desde la máxima proximidad. Ha construido todo el relato a partir de una hermosísima secuencia de anécdotas, la mayoría de ellas familiares, para decirnos con absoluta belleza de dónde surge la literatura. En cuanto esté colocada en internet su charla, entrad en ella y disfrutadla. La podréis encontrar en la página oficial de Cosmopoética.

PS: En cuanto me manden la foto de la ponencia de Rivas las amigas sevillanas, la colocaré aquí.

COSMOPOÉTICA



Ayer, 16 de abril, fue un día grande en Cosmopoética. Desde el taller "Tan cerca, tan lejos" -en el que la gracia y el desparpajo de Martínez Sarrión, y la sabiduría atemperada de Rafael Courtoisie hicieron las delicias del público-, hasta el broche final del día, el concierto del la orquesta sinfónica de Córdoba. Genial.

En la primera parte del programa interpretaron El sueño de una noche de verano y Noche transfigurada. En la segunda parte fue la obra En la melancolía de tu recuerdo, Soria, del maestro David del Puerto. Era una obra arriesgada y difícil, en la que había que conjugar la interpretación musical con la voz de José Sacristán -que leía los poemas de Machado-, más las de Carmen Gurriarán y Elena Gragera -que cantaban algunos de los versos que Sacristán decía-. Apuesta complicada la del autor, pero apuesta maravillosa, con resultados excelentes. Se podía ver la tensión de los músicos, atentos sobremanera de su director, Marco de Prósperis, que realizó un dirección brillante y eficaz, dejando que los textos de Machado se oyeran con gusto, y dando la importancia debida al dramatismo de la música, cuando ésta lo requería, que era casi siempre.

En definitiva, una demostración de que, cuando hay talento y ganas, se puede hacer un recital musico-poético en el marco de una obra de música culta. ¡Bravo!

jueves, 16 de abril de 2009

COSMOPOÉTICA


Álvaro Mutis inauguró ayer Cosmopoética con un poema, Una calle de Córdoba.

Álvaro Mutis está bastante mayor, 86 años. Tiene dificultades para leer con soltura y carece de la capacidad para moverse que dan los 20 años. Esto podría entenderse como un inconveniente para una actuación pública, donde debemos dar lo mejor de nosotros mismos. Y esto mismo es lo que me emocionó. Saber que se está rindiendo homenaje a una persona por lo que ha hecho, por lo que representa toda su obra, por todos los regalos que él nos ha ofrecido a través de sus palabras. Qué hermoso es ver a una ciudad devolviendo parte de la humanidad que el escritor nos ha ofrecido con sus libros, aunque sólo sea en forma de silencio cuando habla y de aplauso cuando calla.

Gestos de este tipo no agregan nada a la literatura, pero dicen mucho de las personas. Y ahora, si tenéis tiempo y ganas, sólo me queda recomendaros la lectura de cualquiera de las novelas de Maqroll el Gaviero

miércoles, 15 de abril de 2009

COSMOPOÉTICA


Efectivamente, aquí estoy, en Córdoba, disfrutando un año más de este evento y de esta ciudad que se vuelca en, sobre y alrededor de la poesía.

Esta mañana he estado escuchando a Samoilovich (primero por la izquierda), Colomé (derecha) y Sillitoe (segundo por la izquierda). Me ha gustado mucho la sobriedad y sencillez del británico, y el desparpajo y la naturalidad del argentino.
Os dejo un poema de Daniel Samoilovich. Es el que aparece en el Cosmoperiódico que edita la organización.

Colón

El Almirante cuenta en su diario
que para no asustar a los marinos
en el cuaderno de bitácora anotaba
cada noche algunas leguas menos
de las que recorría. El truco asombra
por su ingenuidad, no parece seguro
que la tripulación midiera en leguas,
y no en días, su espanto ante el océano.
Más probable parece que el propio Almirante
retrocediera de noche lo andado en el día
como si una negra fantasma le dijera
volvé a casa, paloma, volvé a casa
no hay Asia ahí, ni Indias ni Cipango,
sino un infierno o paraíso
que va a disolverse apenas lo toques.
Dejá que sueñe esa tierra un siglo más:
otros cien años más, quedate en casa.

Y ahora os dejo, que quiero ver cómo montan en la Plaza de la Correría un poema con cientos de personas. Cada persona será un letra. Si consigo foto, os la dejaré aquí. Luego quiero oír lo que diga José Luis Pardo.

martes, 14 de abril de 2009

CLAUDIO RODRÍGUEZ

A Claudio Rodríguez ya le dedicamos una tertulia en el año 2004. Hoy vuelvo a hablar de él porque el próximo día 24 presentamos un recital con poemas de su Don de la ebriedad en la biblioteca municipal de Irún. 

Y con la intención de aportar un poco de luz a unos textos que no son fáciles, escribo esta entrada.

Siempre la claridad viene del cielo;
es un don; no se halla entre las cosas
sino muy por encima, y las ocupa
haciendo de ello vida y labor propias.
Así amanece el día; así la noche
cierra el gran aposento de sus sombras.
Y esto es un don. ¿Quién hace menos creados
cada vez a los seres? ¿Qué alta bóveda
los contiene en su amor? ¡Si ya nos llega
y es pronto aún, ya llega a la redonda
a la manera de los vuelos tuyos
y se cierne, y se aleja y, aún remota,
nada hay tan claro como sus impulsos!
Oh, claridad sedienta de una forma,
de una materia para deslumbrarla
quemándose a sí misma al cumplir su obra.
Como yo, como todo lo que espera.
Si tú la luz te la has llevado toda,
¿cómo voy a esperar nada del alba?
Y, sin embargo, -esto es un don-, mi boca
espera, y mi alma espera, y tú me esperas,
ebria persecución, claridad sola
mortal como el abrazo de las hoces,
pero abrazo hasta el fin que nunca afloja.

Este es el poema con el que da comienzo el libro y del que me voy a valer para realizar una aproximación al mismo.

Debemos comenzar por el título. El don de la ebriedad es el regalo que el entusiasmo, la borrachera de conocimiento, de iluminación, nos ofrece de manera gratuita. No el conocimiento que viene del estudio académico, del esfuerzo de manejarnos entre libros o experiencias, el que conseguimos mediante la investigación, sino la iluminación que se nos da en un momento y de manera inmediata, a modo de inspiración o, quizá, de revelación mística.

Así es como se nos da a entender desde el primer verso: la claridad no es algo que podamos adquirir con nuestro esfuerzo. Es un regalo, porque, en realidad, lo único que hace falta es ver, mirar de forma abierta, pues está en todas las cosas, las "ocupa". Y cuando somos capaces de ver, de aprehender el mundo, sentimos una gran alegría. Es una experiencia altamente gratificante.

En ese momento vemos claro, entendemos. Y esa comprensión puede plasmarse en un frase feliz; en un descubrimiento sencillo -no por simple, menos hermoso-; en un sentir que vivimos a la par de la naturaleza que nos rodea, al mismo ritmo. Es el momento en que presentimos que vida y acción marcan la misma hora. Es el momento en que intuimos que los seres no son creados, sino que tienen, tal vez, su causa, su origen, en sí mismos. La claridad así nos lo desvela.

En cualquier caso, la imagen, el lenguaje que utiliza C. Rodríguez es complejo, difícil de aprehender. La experiencia que quiere transmitirnos es ella misma inasible. Se intuye, se percibe un momento, pero el lenguaje común es insuficiente para transmitirla. Podemos vivirla, pero difícilmente podremos expresarla recurriendo a las formas habituales.

Este es, a grandes rasgos, el tema del poema y el del libro. Y ahí radica también mi discrepancia con el texto: ¿por qué la poesía es un don inaprensible?, ¿por qué el descubrimiento tiene que ser un arrobo místico?, ¿por qué la palabra tiene que ser incapaz de expresar lo más sublime?, ¿por qué se empeñan algunos autores en hacernos creer que sólo el rodeo irracional, la sugerencia velada, puede aproximarnos al gozo del descubrimiento?

Voy a decirlo con palabras más llanas: cualquier experiencia debe y puede ser dicha con palabras sencillas. En este sentido la experiencia poética no es una excepción. Es más, ni la poesía tiene en exclusiva la capacidad de expresar lo más sublime, ni sólo ella puede llevarnos a los más altos arrebatos del espíritu. Y el medio puede ser algo tan alejado de la expresión artística como, por ejemplo, la ciencia.

Palabras hermosas, bellísimas, magnéticas. Bien elegidas y mejor colocadas; pero palabras, poquito más que palabras.

sábado, 4 de abril de 2009

KIRMEN URIBE


Aquí os dejo hoy un hermosísmo poema de Kirmen Uribe:


Bisita

Heroina larrua jotzea bezain gozoa zela
esaten zuen garai batean.

Medikuek esaten dute okerrera ez duela egin,
eguna joan eguna etorri, eta lasai hartzeko.
Hilabetea da berriro esnatu ez dela
azken ebakuntzaz geroztik.

Hala ere egunero egiten diogu bisita
Arreta Intentsiboko Unitateko seigarren kutxara.
Aurreko oheko gaisoa negar batean aurkitu dugu gaur,
inor ez zaiola bisitara agertu diotso erizainari.

Hilabetea arrebaren hitzik entzun ez dugula.
Ez dut lehen bezala bizitza osoa aurretik ikusten,
esaten zigun,
ez dut promesarik nahi, ez dut damurik nahi,
maitasun keinu bat besterik ez.

Amak eta biok soilik hitz egiten diogu.
Anaiak lehen ez zion gauza handirik esaten,
orain ez da agertu ere egiten.
Aita atean geratzen da, isilik.

Ez dut gauez lorik egiten, esaten zigun arrebak,
beldur diot loak hartzeari, beldur amesgaiztoei.
Orratzek min egiten didate eta hotz naiz,
hotza zabaltzen dit sueroak zainetan zehar.

Gorputz ustel honi ihes egingo banio.

Bitartean heldu eskutik, eskatzen zigun,
ez dut promesarik nahi, ez dut damurik nahi,
maitasun keinu bat besterik ez.

La traducción de este poema, y de otros pocos más de Uribe, la tenéis pinchando aquí.

El libro, Bitartean heldu eskutik, me lo regalaron mis compañeras de trabajo en el año 2002. No es que tenga una memoria excelente, es que está dedicado y escribieron la fecha. Desde entonces, suelo acudir a él de vez en cuando, porque siempre encuentro algo nuevo entre sus versos.

En castellano está editado por Visor con el título Mientras tanto dame la mano. Si lo encontráis, haceos con él. Merece la pena.

Feliz lectura.

jueves, 2 de abril de 2009

SHAKESPEARE IN IRUN

Así es, para sumarnos a la celebración del Día del Libro -próximo día 23-, traemos los sonetos de Shakespeare a la biblioteca municipal. Y para empezar calentando la tertulia, he aquí un video:





El grupo no es que sea muy bueno, pero como cantan el soneto LX, que es justamente el que vamos a utilizar para debatir el asunto de la traducción, puede valer para ir tomando posiciones. Y, de paso, os propongo una votación: ¿cuál de las cuatro traducciones os parece más acertada?

JUGANDO CON LAS VERSIONES
SONETO LX 

La de Astrana Marín:

Como las olas se dirigen hacia la pedregosa playa, así nuestros minutos se precipitan a su fin; cambiando cada una de sitio con la que le precede, todas tienden al avance en su trabajo sucesivo.
La infancia, una vez en la inmensidad de la luz, trepa hasta la madurez, donde al recibir su corona, insidiosos eclipses luchan contra su esplendor, y el Tiempo, que la había auxiliado, destruye ahora sus dones.
El Tiempo desfigura el florido conjunto de la juventud y surca de paralelas la frente de la hermosura, se nutre de los portentos de la fidelidad de la Naturaleza, y nada subsiste sino para sucumbir al filo de su guadaña.
Y, sin embargo, mis versos vivirán en edades que aún son una esperanza, elogiando tus prendas, a despecho de su mano cruel.

La de Enrique Sordo:


Como acuden las olas a la pedregosa playa
nuestros minutos a su fin se acercan;
ocupando el lugar de los que los preceden,
siguen su ansioso avance hacia el final.
La infancia, en plena luz, trepa a la madurez,
y cuando accede a ella, insidiosos eclipses
van apagando su fulgor, y el Tiempo,
que antes la había ayudado, destruye ahora su encanto.
El Tiempo empaña el juvenil destello
y abre sus surcos en las hermosas frentes,
devora los portentos de la naturaleza
y nada deja en pie con su guadaña.
Pero mis versos resistirán el tiempo
y, pese a su mano cruel, ensalzarán tus prendas.


La de Mujica Lainez:


Como en la playa al pedregal las olas,
nuestros minutos a su fin se apuran,
cada uno desplaza al que ha pasado
y avanzan todos en labor seguida.

El nacimiento, por un mar de luces,
va hacia la madurez y su corona;
combaten con su brillo eclipses pérfidos
y el Tiempo sus regalos aniquila.

El Tiempo horada el juvenil adorno,
surca de paralelas la hermosura,
se nutre de supremas maravillas
y nada existe que su hoz no abata.

A pesar de su mano cruel, mi verso
dirá tu elogio en tiempos que esperamos.


La de Fátima Auad y Pablo Mañé:


Tal como avanzan las olas hacia la pedregosa orilla,
así nuestros minutos se apresuran hacia su fin;
cada uno intercambiando sitio con aquel que va delante,
en afanosa secuela todos tienden a avanzar.
El nacimiento, una vez en el mar de la luz,
se arrastra hacia la madurez, que, apenas coronada,
es combatida por la insidia de malignos eclipses,
y el Tiempo, que dio su don, ahora lo destruye.
El Tiempo transfigura el florido adorno de la juventud
y excava sus surcos en la frente de la belleza,
se alimenta de las bellas rarezas de la naturaleza,
y nada se yergue sino para el filo de su guadaña:
y, no obstante, en los tiempos que aún son esperanza, mi verso se erguirá,
elogiando tu mérito, a despecho de su mano cruel.