miércoles, 4 de julio de 2012

EL DERECHO A LA PEREZA

Para animar a la lectura de este libro —¿qué mejor que practicar la pereza durante el verano?—escrito en 1880 por el yerno de Marx no encuentro nada mejor que algún párrafo sacado del mismo.

Una extraña pasión invade a las clases obreras de los países en que reina la civilización capitalista; una pasión  que en la sociedad moderna tiene por consecuencia las miserias individuales y sociales que desde hace dos siglos torturan a la triste Humanidad. Esa pasión es el amor al trabajo, el furibundo frenesí del trabajo, llevado hasta el agotamiento de las fuerzas vitales del individuo y de su progenitura (p. 91). [Párrafo inicial del texto de Lafargue, las páginas anteriores son un estudio sobre el mismo].

Para forzar a los capitalistas a perfeccionar sus máquinas de madera y de hierro, es preciso elevar los salarios y disminuir las horas de trabajo de las máquinas de carne y hueso. ¿Pruebas en apoyo? Se pueden dar centenares. El oficio automático del "self acting mule" de las fábricas de tejidos fue inventado y puesto en práctica en Manchester porque los tejedores se negaban a trabajar tanto tiempo como antes (p.129).

En nuestro régimen de pereza, para matar el tiempo que nos mata segundo por segundo, habrá espectáculos y representaciones teatrales de todas clases. Es este un trabajo adecuado a nuestros legisladores, quienes, organizados en cuadrillas, irán por las ferias y los villorrios dando representaciones legislativas (p.135). [¿Os imagináis a nuestros políticos yendo de plaza en plaza? ¡Lástima que la televisión haga este trabajo!]

¿Por qué, señores filósofos adocenados, atormentáis tanto vuestro cerebro para elucubrar una moral cuya práctica no osáis aconsejar a vuestros patronos? ¿Queréis ver condenado y escarnecido ese dogma del trabajo, por el cual os mostráis tan orgullosos? consultad la historia de los pueblos antiguos y los escritos de sus filósofos y legisladores (p.139).

Y como he estado un tanto perezoso en mi comentario, uno de carácter académico, pero breve, podéis encontrarlo en Wikipedia.

Y si el libro os interesa, la editorial Maia lo volvió a publicar el año pasado al precio de 8€. La edición que aparece aquí es de 1973, aunque la editorial Fundamentos la mantiene aún en su catálogo (9€). Tiene, además, una excelente introducción del profesor Pérez Ledesma.

El texto completo también podéis encontrarlo en Internet.

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