martes, 27 de noviembre de 2012

LA MONTAÑA MÁGICA

La montaña mágica es una de las grandes novelas de la literatura alemana. Un novelón en todos los sentidos. Pero que nadie acuda a ella esperando el relato de grandes hechos, porque esta novela es una novela de conceptos, una historia de aprendizaje, un relato de la decadencia de la vida y sus consecuencias físicas y morales, una crónica del tiempo que va pasando lenta y parsimoniosamente por las vidas de los enfermos en el sanatorio Berghof, quienes, como se dice en la novela, habían aprendido, desde hacía tiempo, a destruir el tiempo sin distracciones ni ocupaciones intelectuales, y a hacer que éste resbalase gracias a un virtuosismo interior (p. 374 en la edición de pocket edhasa).

Por eso, esta novela hay que leerla con tiempo. Con tiempo, para podernos adueñar del tempo que se nos propone en ella. Con tiempo, para poder aprehender cuantas propuestas artísticas, conceptuales y psicológicas nos hace el autor. Con tiempo, para evitar la enfermedad, tan propia de nuestro tiempo, de no ofrecer tiempo a la reflexión. Con tiempo, para disfrutar de cuantas reflexiones nos propone Mann, como por ejemplo la que realiza en torno al tiempo al comenzar el capítulo VI. Genial.

Si sois de los que os gusta saber más de la historia que tenéis intención de leer, podéis daros una vuelta por el artículo de Wikipedia. Es muy completo y recoge cuantas propuestas e interpretaciones se han realizado sobre La montaña mágica. Si no queréis ir tan lejos, con que veáis este micro reportaje realizado por Canal Sur, será más que suficiente.


Y un detalle anecdótico: los de La montaña mágica, casa rural asturiana, coleccionan ediciones de la novela en cualquier idioma y tienen colocadas las portadas en esta página. Por cierto, si les llevas una edición anterior a 1960 o una traducción a una lengua que ellos no tengan recogida en su colección, te regalan la segunda noche. Tiempo de lectura, tiempo de vacaciones. Vivir el tiempo.

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