viernes, 14 de marzo de 2014

ESCUCHA ACTIVA

Dos niños. 

Uno está concentrado intentando colocar la bola en su correspondiente hueco. El otro le mira nervioso y dice:

—¿Te enseño un truco?, ¿te enseño un truco?

—No. Contesta el primero, sin apartar la vista de la bola.

—¿Pero quieres que te enseñe un truco? 

Silencio.

—De verdad, ¿quieres que te lo enseñe, eh?

—No. Sin perder la concentración ni la paciencia.

—¿Quieres que te lo enseñe?

Y se repite varias veces la misma pertinaz pregunta, y algunas veces menos la paciente respuesta.

Entonces, el inquisidor, le quita el juguete de las manos y, mientras hace una demostración de su habilidad, le espeta:

—Ves, se hace así.

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