viernes, 15 de agosto de 2014

DE FINNEGANS WAKE a FINNEGAN'S WAKE

Estoy recogiendo información sobre Irlanda, ese lugar lleno de mitos celtas, bebedores de pinta, agradecidos a San Patricio y uno de los lugares del mundo que más escritores geniales ha dado a la comunidad de las letras por habitante (¿será porque allí tienen la piedra de la elocuencia?), cuando, de repente, aparece mi hija con un libro de Reverte entre las manos, Canta Irlanda, publicado hace poco, que es francamente divertido y que comienza, cómo no, hablando de Joyce.

Más o menos, todo el mundo sabe que James Joyce es uno de los más grandes y complicados escritores de la literatura universal. Aunque poca gente haya leído el libro, todo el mundo sabe también que es el autor del Ulises. Lo que quizá ya no sepa todo el mundo es que escribió una ¿novela? todavía más experimental que el Ulises, Finnengans Wake (si queréis saber acerca de ella, el enlace que os dejo con la Wiki está realmente bien). 

Pues bien, me entero por Reverte de que Joyce sacó el título de una canción tradicional que le gustaba especialmente y que cuenta, cómo no, lo que cuenta el libro: el ciclo vida-muerte-vida. Y ambas, claro, lo hacen desde el humor. Según parece, el título de la novela sería algo así como Los Finnegan se despiertan, mientras que el de la canción (que se escribe con apóstrofo) quiere decir el velatorio/despertar de Finnegan. Los juegos de palabras son algo característico de las canciones populares y característica esencial de los textos de Joyce.

La explicación de la novela la tenéis en el enlace del segundo párrafo. La canción, en inglés y en castellano, en este otro enlace. Pero os dejo el resumen de Reverte, que es tan breve como eficaz: hay un funeral, el de Tim Finnegan, un borracho empedernido, y la gente acude al velatorio. La viuda saca whiskey y todos empiezan a beber. Y cada vez acude más gente, corriendo la voz de que hay un gran cachondeo en el funeral de Finnegan. Y todos y todas se emborrachan. Y se pelean, todos contra todos y todas contra todas. Y vuelan las botellas. Y una cae encima del muerto. Y el muerto resucita y dice que ya está bien de desperdiciar el whiskey. Genial.


Y si queréis una versión más contundente y sólida, pinchad aquí. Dadle volumen y a disfrutar con Finnegan, de su whiskey, de su resurrección y de su buen humor.

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