jueves, 7 de agosto de 2014

UN COMENTARIO DE J. L. RODRÍGUEZ SOBRE PAUL CELAN

Poco o nada me interesa la poesía de P. Celan. No es que yo sea una persona radicalmente optimista, pero la escritura de la desolación y la amargura absoluta del poeta rumano-alemán cae fuera de mis intereses. Si a eso le añadimos la dificultad que supone su lectura, ese cansino ir investigando para descubrir el horror de la nada, pueden comprender quienes me conocen que no sea santo de mi devoción.

Hace tiempo tuve que participar en un recital montado con sus poemas. Para prepararlo, además de su obra, manejé Estudios sobre Celan, Poesía contra poesía y Schibboleth. Creo que me adentré medianamente bien en su poesía e intenté transmitir al público el contenido de la misma lo mejor que pude. 

Hace pocos días he dejado un breve comentario sobre un texto que he venido manejando a lo largo de este curso pasado, 100 escritores del siglo XX. Ya mencioné en él sus virtudes. Hoy quiero señalar una de las reseñas, la que realiza el profesor José Luis Rodríguez sobre el poeta en cuestión. Son cinco páginas, pero en ellas dice casi tanto como en los tres títulos señalados más arriba. Un comentario preciso, claro, lleno de rigor y suficiente para entender lo esencial de la obra del poeta suicida. Se echan en falta trabajos de divulgación literaria de esta calidad.

Ahora os dejo, en la traducción de J. A. Valente, uno de los poemas más conocidos de Paul Celan:


FUGA DE LA MUERTE

Negra leche del alba la bebemos al atardecer
la bebemos a mediodía y en la mañana y en la noche bebemos y bebemos
cavamos una tumba en el aire no se yace estrechamente en él
Un hombre habita en la casa juega con las serpientes escribe
escribe al oscurecer en Alemania tus cabellos de oro Margarete
lo escribe y sale de la casa y brillan las estrellas silba a sus mastines
silba a sus judíos hace cavar una tumba en la tierra
ordena tocad para la danza

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos en la mañana y al mediodía te bebemos al atardecer bebemos y bebemos
Un hombre habita en la casa juega con las serpientes escribe
escribe al oscurecer en Alemania tus cabellos de oro Margarete
tus cabellos de ceniza Sulamita cavamos una tumba en el aire no se yace estrechamente en él
Grita cavad unos la tierra más profunda y los otros cantad sonad
empuña el hierro en la cintura lo blande sus ojos son azules
cavad unos más hondo con las palas y los otros tocad para la danza

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos al mediodía y la mañana y al atardecer bebemos y bebemos
un hombre habita en la casa tus cabellos de oro Margarete
tus cabellos de ceniza Sulamita él juega con las serpientes
Grita sonad más dulcemente la muerte la muerte es un maestro venido de Alemania
grita sonad con más tristeza sombríos violines y subiréis como humo en el aire
y tendréis una tumba en las nubes no se yace estrechamente allí

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos a mediodía la muerte es un maestro venido de Alemania
te bebemos en la tarde y la mañana bebemos y bebemos
la muerte es un maestro venido de Alemania sus ojos son azules
te hiere con una bala de plomo con precisión te hiere
un hombre habita en la casa tus cabellos de oro Margarete
azuza contra nosotros sus mastines nos sepulta en el aire
juega con las serpientes y sueña la muerte es un maestro venido de Alemania
tus cabellos de oro Margarete
tus cabellos de ceniza Sulamita

                 De Amapola y memoria.


Os dejo también este trabajo de Auralaria y el magnífico recitado de Luisa Pastor:

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