Y creéis que porque una mañana levanten una horca en sólo unos minutos, porque le pongan la soga al cuello, porque un alma escape de un cuerpo miserable entre los gritos del condenado, ¡todo se arreglará! ¡Mezquina brevedad de la justicia humana! (...) Nosotros, hombres de este gran siglo, no queremos más suplicios. No los queremos para el inocente ni para el culpable. Lo repito, el crimen se repara con el remordimiento y no con un hachazo o un nudo corredizo. La sangre se lava con lágrimas y no con sangre.
Escritos sobre la pena de muerte, Ronsel, 2002.
***
PS: Si conocéis poemas, canciones, obras pictóricas, vídeos..., cualquier elemento artístico que pueda introducir aquí, os agradecería vuestra colaboración. Muchas gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
NO HAGO PÚBLICOS LOS ANÓNIMOS. ESCRIBE TU NOMBRE DESPUÉS DEL COMENTARIO.