miércoles, 11 de octubre de 2017

GLORIA FUERTES: LA POESÍA DEBE SER OBLIGATORIA

Al comenzar el año, en enero, Blakie Books sacaba El libro de Gloria Fuertes para conmemorar el centenario del nacimiento de la madrileña Gloria Fuertes. Del libro se puede decir lo mismo que de la poeta, que es un encanto: poemas, fotografías, dibujos, anécdotas, recuerdos personales, cartas, un texto sucinto y equilibrado... Ni la propia obra de la autora nos aproximan tanto y tan bien a la mujer que conocimos como Gloria Fuertes. Si alguien quiere acercarse a ella sin tener que recurrir al trabajo de investigación y archivo, este es el libro adecuado. Y todo ello con la amabilidad, la sencillez, el calor y la buena presencia que la propia autora desprendía, pero sin el halago y la zalamería que suponen los centenarios. 

Sin duda, la imagen más conocida de Gloria Fuertes es la de escritora para niños. La fama que adquirió fue notable. Sobre este asunto hay unas cuantas anécdotas y textos deliciosos. No me resisto a copiar aquí dos de ellos, con sentidos totalmente opuestos:

En una gala del Premio Gloria Fuertes de Poesía Escrita por Niños, un niño de Ávila sube temblando a recoger su premio y se pone a llorar como una magdalena a medio camino, muerto de nervios. Gloria baja hasta donde está. "¿Me das una lágrima?", le dice. El niño, contrariado, asiente, y Gloria le agarra una lágrima de la mejilla con dos dedos. "¿Me la puedo beber?", le dice. El niño sonríe y responde que sí. Gloria se bebe la lágrima y al niño le da un ataque de risa. Todo el mundo aplaude.

Una noche, a las cinco de la madrugada, Gloria está en un chalé de Calpe, (Alicante) al que ha ido a celebrar el cumpleaños de una amiga. Sale a fumar y a que le dé el aire, y de detrás de unos matorrales, en mitad de la nada, sin más casas en kilómetros a la redonda, emergen dos niños que llevan horas esperando allí agazapados para pedirle un autógrafo. Gloria se pone a gritarles de todo hasta que salen huyendo. 

El buen trabajo de Jorge de Cascante permite que podamos utilizar el famoso verso de la autora, Esto no es un libro, es una mujer, para referirnos a esta antología de poemas y vida que ha sabido redactar y organizar con el ánimo y el estilo de Gloria Fuertes, quien tenía la mejor poética de la que se puede disponer:

La poesía no debe ser un arma,
debe ser un abrazo,
un invento,
un descubrir a los demás
lo que les pasa por dentro,
eso, un descubrimiento,
un aliento, 
un aditamento, 
un estremecimiento.
La poesía debe ser 
obligatoria.


***

Cuando esté a punto de finalizar el año, el 13 de diciembre, el grupo de personas que formamos parte de las tertulias poéticas irunesas de la biblioteca realizaremos una lectura en recuerdo de esta singular mujer que nunca dejó de animar a los demás, pero no pudo animarse a sí misma cuando la soledad empezó a ocupar su casa. Los poemas que vamos a utilizar podéis leerlos aquí

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