María Luisa, Mertxe y Galas. Fuente: SER Euskadi. |
El regalo consiste en que, aunque yo ya no estoy ahí, la alumna se acuerda de mí con cariño —muchas gracias, Marisa—, y, además, se atreve a leer un poema mío que regalé a la clase cuando estaba con ellas.
Os dejo el poema con la correspondiente imagen, origen del mismo. Marisa lo lee en el minuto 22.
SERENIDAD
Para Irene, hacedora de sueños
Ochogiro es feliz y deja pasar el tiempo. |
Tengo el sol de invierno en una mano,
el tiempo de los besos en la otra,
habito un espacio sin nostalgias,
con la ternura me duermo
y con ella amanezco.
Dejadme vivir en este aire enamorado.
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