La interpreta la soprano Arleen Augér con su límpida voz. Por desgracia, un tumor cerebral acabó rápidamente con su vida cuando estaba en plena madurez musical.
La música es bellísima, pero creo que no me equivoco si digo que la belleza de esta aumenta si además entendemos lo que dicen las conmovedoras palabras en la traducción de Saúl Botero-Restrepo:
me iré y descansaré.
Ah, ¡cuán grato sería mi fin
si tus bellas manos cerraran
mis fieles ojos!
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