Mostrando entradas con la etiqueta Accidentes de la Luna. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Accidentes de la Luna. Mostrar todas las entradas

miércoles, 13 de marzo de 2024

LA LUNA


La Luna tiene la ventaja sobre cualquier otro objeto celeste de que podemos observarla tanto de día como de noche y sin necesidad de tener que utilizar ningún instrumento. La fotografía que aparece sobre estas líneas está sacada a las 17:31 con una cámara fotográfica de potente zoom, eso permite distinguir perfectamente, a pesar de ser un día de cielo absolutamente despejado, Mare Crisium y cráteres como Langrenus y Cleomedes.

En realidad, esta entrada con su fotografía correspondiente es una excusa para responder a una pregunta que me hicieron hace un par de días sobre si la Luna es de alguien y si se pueden alquilar parcelas. Esa historia que viene ya de lejos y que de vez en cuando salta a los medios de comunicación con las declaraciones de alguna persona que dice haberla registrado como suya. Que de todo hay en este mundo.

1967, estábamos en plena carrera espacial cuando la ONU redactó el Tratado del Espacio Exterior, que en su artículo II dice lo siguiente: El espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, no podrá ser objeto de apropiación nacional por reivindicación de soberanía, uso u ocupación, ni de ninguna otra manera. Queda meridianamente claro que ningún estado puede reclamar su posesión, ni total ni parcial. 

Aclarado este tema, me voy a cenar prontito, porque luego sacaré un rato el telescopio al patio vecinal desde donde me pondré a observar Júpiter y sus satélites galileanos —Ío, Europa, Calisto y Ganímedes—, esos que fueron la primera evidencia de que la Tierra no era el ombligo del sistema solar alrededor de la cual giraba todo cuanto había moviéndose por el espacio. Dicho de otra manera: fueron la prueba visible que hacía caer el geocentrismo y daba la razón a la teoría heliocéntrica de Copérnico con la que se inició la revolución científica


Luego vinieron más instrumentos de observación y mucho más potentes que los débiles telescopios del XVII y no solo dejó de ser el Sol el centro, sino que nuestra inmensa galaxia dejó de ser inmensa comparada con la verdaderamente inmensidad del universo observable. Pero eso cae muy muy muy muy (y más muy) lejos de la capacidad de mi pequeño telescopio. Dejaremos que el James Webb, el HDST o el Nancy Grace Roman nos iluminen.

***


viernes, 23 de febrero de 2024

SCHILLER, LA LUNA Y LA FOTOGRAFÍA


 El martes 20 andaba la luna envuelta en un halo de misterio muy a propósito para un cuento gótico, pero a mí me interesaban más los diferentes matices de color en que se concretaba ese halo. Cogí la cámara y disparé varias veces. Incluso tiré un poco de zoom para ver cómo quedaba recogida la luz un tanto espectral que la rodeaba. Arriesgué mucho. Sin trípode, una exposición de dos segundos tenía todas las posibilidades de ofrecer un resultado muy movido. La suerte me acompañó:


Aunque la definición no es perfecta, permitía, incluso, ampliarla:
 

Y al ampliar la imagen es cuando llegó la sorpresa. Yo conozco el cráter Schiller, si bien nunca me había preguntado por qué tiene ese nombre. Más aún, me parecía que el bueno de Friedrich, indiscutible escritor europeo, no tenía méritos relacionados con la astronomía como para figurar ahí. Error. 

Error el mío al pensar que mi Schiller, el destacado poeta y dramaturgo, tenía que ser el del cráter lunar. De literatura no sé mucho, pero algo sé; ahora bien, mi ignorancia es enorme sobre otras muchas materias. Claro que mi Schiller carece de méritos para haber dado su nombre a un cráter, pero no Julius Schiller, un abogado compatriota suyo, que vivió a caballo entre el siglo XVI y XVII, y que realizó un atlas del cielo, el Coelum Stellatum Christianum, donde todas las constelaciones, como bien puede suponerse por el nombre, las transformó en personajes bíblicos. Así, por ejemplo, Orión —la del cinturón— quedó convertida en José —el de Jesús, José y María—. Tomo este ejemplo porque ahora en invierno puede verse muy bien sobre el horizonte sur a horas tempranas de la noche.

Fuente:Wikipedia.

En el enlace podéis ver todos los dibujos que componían el atlas del cielo que publicó en 1627. 
***


domingo, 20 de agosto de 2023

LA LUNA DESDE EL BALCÓN

19/08/2023. 21:35h. Nikon B700. 258mm, f6/5, 1/25s

Esta es la luna que anoche se me ofrecía desde el balcón de casa cuando llegué a ella. Por desgracia, estaba en una posición que no me permitía enfocarla con el telescopio y tuve que recurrir a la cámara fotográfica, lo que, a pesar del zoom, no permite ni la misma nitidez ni la misma amplitud. Y el pronóstico del cielo para esta noche no es precisamente que vaya a estar despejado, tal y como ayer estuvo:
 


Para quienes os estéis preguntando por los nombres de los cráteres, sus características y quiénes fueron esas personas, os dejo enlazada la información correspondiente a cada uno. Tal vez alguien sienta curiosidad :
***


lunes, 31 de mayo de 2021

EL CIELO NOCTURNO, JUNIO 2021


En el hemisferio norte entramos en un período durante el cual las noches son más templadas, lo que quiere decir que hay más gente que se anima a salir después de cenar y mirar al cielo para disfrutar con las estrellas fugaces o identificando constelaciones. La fotografía la realicé el pasado mes de octubre y la he colocado tal y como se ve a simple vista o con prismáticos para facilitar la labor de observación/identificación. 

Sabido es que en la Luna hay mares y hay cráteres. Menos conocida es la existencia de cordilleras, pero también las hay. Como muestra, he dejado colocados los nombres de aquellas que pueden ser relativamente fáciles de localizar con unos prismáticos. 

A poco que hagáis tres o cuatro observaciones seguidas, seguro que os quedáis con los nombres y su localización. Y si tenéis amistades canarias, siempre podréis sorprenderlas diciendo que también en la Luna existen unos montes que llevan el nombre de Tenerife. Son esos puntitos que se localizan al sur del perfecto círculo formado por el cráter dedicado Platón (Plato en nomenclatura internacional). El nombre se lo debemos al astrónomo británico Ch. Piazzi Smyth (1819-1900). 

Aquí más claro. Pero este aumento no lo dan unos prismáticos.


Y ahora voy con las efemérides del mes:

PLANETAS: Mercurio solamente podrá verse, y con dificultad, al final del mes sobre el ENE poco antes de la salida del sol. Venus se puede ver en el crepúsculo vespertino sobre el horizonte ONO. Marte es visible al anochecer, hacia el ONO, unos 20º por detrás de Venus. Júpiter es visible la mayor parte de la noche, a comienzos del mes aparece poco después de la medianoche, pero a medida que avanzan los días va adelantando su salida. Saturno es visible de madrugada al comenzar el mes, pero a finales se ve prácticamente toda la noche. 

LUNA: nueva, el día 10; llena, el 24. 

ECLIPSE SOLAR: el 10 de junio se producirá un eclipse anular observable desde latitudes muy elevadas (Canadá, Siberia, Ártico). Desde España, por desgracia, la visión será muy distinta:

Fuente: Guía del cielo 2021. PROCIVEL.

ESTACIONES: 21 de junio, solsticio de verano en el hemisferio norte y de invierno en el hemisferio sur. 

 SATÉLITES ARTIFICIALES: para saber dónde y cuándo mirar, consultad aquí.

¡Feliz verano y feliz observación!

***

Aquí tenéis más fotografías de la Luna con los nombres de los accidentes geográficos.

jueves, 29 de octubre de 2020

LA LUNA DESDE EL BALCÓN

29-10-2020 / 19:30. Si la veis con prismáticos, lo de arriba está abajo y viceversa.

Aprovecho esta fotografía realizada con un móvil aplicado al ocular del telescopio reflector para ofrecer algunos datos curiosos de lo que se puede ver con unos prismáticos corrientes.

Las zonas oscuras son los mares —maria, en latín—. Los primeros astrónomos creyeron ver en esas zonas algo así como unas réplicas de los océanos terrestres. En realidad, son grandes extensiones basálticas con una antigüedad muy grande, entre 3.100 y 3.800 millones de años. Posiblemente, se formaron por impactos de grandes meteoritos, que provocaron la salida a la superficie del manto rocoso, por aquel entonces todavía en estado líquido.

En cuanto a los cráteres, que es la marca de la casa, están censados más de 300.000 de un diámetro superior a 1 km. Los que he señalado son:

Tycho: 85 km de diámetro, relativamente joven. La pared que se mantiene intacta tiene 4.800 metros de altura. Dentro de él hay pequeñas elevaciones que rodean una mayor de 10 km de diámetro y 1.500 metros de altura. Las irradiaciones que parten de él, y que son perfectamente visibles con luna llena, están originadas por el material que salió propulsado por el impacto que produjo el cráter.

Grimaldi: 173 km. Tiene un fondo repleto de una lava muy oscura, más oscura que la del oceanus que se encuentra al lado, y cuyo origen es desconocido. Hacia el sureste tiene una elevación de más de 3.000 metros de altura que proyecta una buena sombra. 

Copérnico: 93 km de diámetro y 3.8 de profundidad. Se formó hace 810 millones de años. Las paredes exteriores tienen una altura de unos 900 metros. Para algunos, es el cráter más bello de la Luna.

Kepler: 29 km diámetro; 2.6 profundidad. Tiene también marcas radiales y aunque se extiende a casi 300 km, no son en absoluto comparables con las de Tycho.

Pitágoras: 130 km diámetro; 5 km profundidad. Tiene un pico situado en el centro que se eleva a 1500 metros de altura.

Platón: 100 km diámetro; 2 km profundidad. Llama la atención por la perfección de su círculo.

Los nombres de los mares están en latín (nomenclatura internacional). La mayoría se entienden sin saber latín, excepto, tal vez, tres: M. Nubium (mar de las nubes), M. Imbrium (de las lluvias) y O. Procellarum (océano de las tempestades). 

Felices sueños y que la Luna os los vele.

martes, 28 de julio de 2020

CONDORCET, EL FANATISMO Y UN CRÁTER EN LA LUNA

Fuente: Wikipedia.
El caso Condorcet es uno de esos ejemplos que ilustran de manera lamentablemente trágica la estupidez de algunos momentos estelares de la historia, aunque para ser más exacto debería escribir la profunda visceralidad e irracionalidad de determinados movimientos sociales.

Nicolas de Condorcet fue una persona con una inteligencia especialmente dotada. Destacó en vida por sus trabajos matemáticos, pero tal vez hoy sea más apreciado por su papel dentro del movimiento ilustrado y por su defensa de las libertades. 

Julie de Lespinasse dijo de él que era un alma sosegada y moderada en el curso ordinario de la vida, que se convierte en ardiente y fogosa cuando se trata de defender a los oprimidos o de defender lo que aún le es más querido: la libertad de los hombres (citado por Torres del Moral en Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano). Pero dejemos las opiniones y vayamos a los hechos.

Como otros muchos ilustrados, cuando estalla la Revolución francesa, Condorcet no solo se siente ilusionado por la posibilidad de que surja una nueva sociedad acorde a los principios de progreso, conocimiento, justicia y libertad que han estado extendiendo y defendiendo diariamente en sus textos los ilustrados, sino que participa activamente en ella. Fue elegido miembro del Consejo Municipal de París, luego representante de la Asamblea Legislativa. Gracias a él se introdujo la idea de laicismo en la enseñanza, defendió el voto femenino, se oponía a la pena de muerte y era partidario de la reconstrucción pacífica del país.

Sin embargo, cuando todavía estaba redactando el Bosquejo para un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano, el espíritu humano deja de progresar y los jacobinos le declaran fuera de la ley por haber criticado la constitución elaborada por la Convención Nacional. Intenta huir, pero es reconocido y apaleado. Le encierran en la prisión de Bourg-la-Reine y, dos o tres días después, allí muere, antes de que fuera enviado a la guillotina. 

Por desgracia, no ha sido la única persona en la historia de la humanidad víctima de la intolerancia y el fanatismo ideológico, pero resulta dolorosamente irónico que quienes como él han dedicado su vida y sus capacidades a defender la libertad de los demás, la pierdan a manos de quienes se reclaman libertadores.

***
Afortunadamente la Unión Astronómica Internacional fue más benévola con su memoria y le asignó un cráter junto a Mare Crisium. Tímido y esquivo —solo se ve relativamente bien las dos  primeras noches de luna creciente, después queda sumido en el brillo blanco del reflejo de la luz solar que inunda toda la superficie—, pero allí está.

Así es como lo veo yo con mi reflector.


Así se ve con un refractor:

Y así con prismáticos:

PS: Las tres imágenes de la Luna han sido realizadas con Virtual Moon Atlas.

domingo, 26 de julio de 2020

LA LUNA DESDE EL BALCÓN DE CASA


En estos días en que el cometa C2020 F3 NEOWISE se ve ya con dificultad por el alejamiento y la pérdida de brillo (hay que utilizar prismáticos y saber hacia dónde buscar), el mayor atractivo del cielo nocturno es la luna creciente (hoy, quinto día) y los planetas gigantes Júpiter y Saturno.

Dejo tres de las fotos que hice ayer desde el balcón. Con ellas está la secuencia completa de sur a norte de la línea terminador (recordad que tengo un reflector y la imagen siempre está invertida con respecto a lo que vemos a simple vista) y he colocado algunos de los accidentes del relieve lunar más característicos.


Recordad que esas zonas de apariencia lisa y de color oscuro son lo que llamamos mares —los primeros astrónomos vieron en ellos una réplica de los mares terrestres y así quedaron bautizados—, constituidos principalmente por roca basáltica de una antigüedad entre 3100 y 3800 millones de años. Siguiendo con las semejanzas, encontramos también bahías (sinus), en este caso, Bahía de la Aspereza.

Además de mares y bahías, están también las rimas, que no tienen nada que ver con la poesía ni con el sonido. Son largas depresiones con aspecto de canales y que pueden llegar a tener varios kilómetros de ancho y cientos de longitud. El caso de la que aparece señalada en la fotografía de abajo, Rimae Burg, tiene 100km de largo y 3 km de ancho.


Por lo demás, los cráteres de impacto Hercules (70 x 70 km) y Plinius (43 x 43 km), no es que sean grandes cráteres, pero son una concesión a mis propios gustos y tendencias (Plinius por el gran autor latino, Plinio el Viejo, naturalista y autor de Historia Natural. Hércules por el héroe trágico de la mitología griega y porque era el favorito de la pequeña de la casa cuando tenía 7-8 años). 

También está representado el alunizaje de la nave soviética Luna 21, que no todo va a ser loa y remembranza de la serie Apolo.

***

Para saber más: 

viernes, 24 de julio de 2020

LA LUNA DESDE EL BALCÓN DE CASA

Para José, como regalo de cumpleaños.


Segunda noche en fase creciente (23-VII-2020).

Recuerdo: fotografías realizadas con un móvil aplicado al ocular (10mm) de un telescopio reflector de 20cm de diámetro y 120 cm de longitud focal. Lo que está arriba es abajo y viceversa.


Para que os hagáis una idea de los tamaños os doy los diámetros y la profundidad en kilómetros: 
Biela: 76; 3,1.
Furnerius: 125; 3,5.
Petavius: 177; 3,4.
Langrenus: 132; 2,7. 
Taruntius: 56; 1.
Mare Crisium: 620x570; 176.000 km2.
Cleomedes: 126; 2,7. 


Y una curiosidad: Mare Crisium fue nombrado en el XVII como Mar Caspio, por Thomas Harriot, Pierre Gassendi y Michael Van Langren

lunes, 1 de junio de 2020

LA LUNA DESDE EL BALCÓN DE MI CASA

Imagen obtenida con un reflector. Ocular 25mm, 48 aumentos.

No eran nada buenas las condiciones atmosféricas de ayer para poder obtener imágenes limpias de la Luna sin una cámara astronómica acoplada al telescopio. 

Poco después de las 22 horas, entre un velillo de ligeras nubes, pude sacar estas imágenes que, si no son buenas, sí permiten seguir avanzando por la línea de terminador en lo que era la 9ª noche de crecimiento lunar.

En cualquier caso, ofrecen la visibilidad suficiente como para ir aprendiendo a identificar los elementos del relieve lunar más destacados. Y vuelvo a recordar que para poder ampliar las imágenes y poder leer los nombres con solvencia acudáis a este enlace.


Ocular 10mm, 120 aumentos.

Ocular 10mm, 120 aumentos.

Ocular 10mm, 120 aumentos.

domingo, 31 de mayo de 2020

EL CIELO NOCTURNO, JUNIO 2020


Fuiente: NASA. Autora: Marcella Giulia Pace.
No solo en el Sol es posible ver el rayo verde.

PLANETAS: Mercurio es visible durante la primera mitad del mes en el horizonte ONO. Venus pasa a verse al amanecer a partir de la segunda semana del mes sobre el horizonte ENE. Marte es visible de madrugada y al alba, en Acuario las primeras semanas y, posteriormente, en Piscis. Júpiter es visible en Acuario. Saturno es visible en Capricornio.

LUNA: llena el 5 de junio; nueva el día 21.

CAMBIO DE ESTACIÓN: el día 20 se producirá el cambio de estación. Comenzará el verano en el hemisferio norte, y el invierno en el hemisferio sur.

SATÉLITES ARTIFICIALES: para saber dónde y cuándo mirar, consultad en este en lace. Hoy, por ejemplo, en la zona de San Sebastián podrá verse la EEI a las 22:23:20 saliendo por el NO y ponerse a las 22:29:59 por el ESE. 


¡Feliz observación!
***
La colección sigue aumentando. 8º día de crecimiento lunar y ya se dejan entrever Tycho por el sur y Platón por el norte (Recordad que son imágenes obtenidas con un reflector).


sábado, 30 de mayo de 2020

LA LUNA DESDE EL BALCÓN DE CASA

Imagen tomada el 28-05-20.

Fotografía realizada con un móvil de gama baja aplicado al ocular de un telescopio de montura dobson y 200mm de apertura. (He dejado la fotografía en Google fotos para que se pueda ampliar y ver con más detalle).

Un telescopio pequeño de aficionado no sirve para realizar investigación ni para descubrir el universo, pero después acostumbrarse a él y aprender a manejarlo un poco, da, por ejemplo, para que podamos realizar observaciones detalladas de nuestro satélite. Una vez pasada la primera sorpresa y después de haber dicho "¡guau, se ven los cráteres!", podemos empezar a preguntarnos por qué hay unas zonas de superficie lisa y más oscura —¿es un material geológico distinto?, ¿por qué tienen ese aspecto?, ¿qué ha ocurrido para que sea así?. O podemos dedicarnos a curiosear con los cráteres —¿tienen todos un nombre?, ¿son muy grandes o son muy pequeños?, ¿quienes eran esas personas?, ¿desde cuándo están ahí?—. Mirar, observar, sorprenderse con lo que vemos a través del ocular está bien y es divertido, pero es muchísimo más divertido descubrir qué es lo que estamos viendo.

He colocado los nombres tal y como los podéis encontrar en cualquier libro o atlas sobre la Luna, ya esté escrito en inglés, en ruso o en griego. Como los nombres científicos de plantas o animales, los accidentes de la Luna se nombran en latín por acuerdo internacional. Para un primer conocimiento bastará con que tecleéis el nombre en Wikipedia y esta os dará los primeros datos con los que empezar a saciar vuestra curiosidad. La misma enciclopedia os da más referencias a donde acudir para ampliar la información.

Pero detengámonos un momento en la imagen que tenemos. Es un sector de la Luna que corresponde al cuadrante noroeste (arriba, izquierda). Así la veríamos a simple vista o con unos prismáticos cuando está en la fase de luna llena (la zona rodeada en naranja corresponde aproximadamente a la zona de la fotografía):


Como yo tengo en telescopio reflector, es decir, de espejos, veo esa imagen a través del ocular invertida (lo de arriba, abajo; lo de la izquierda, a la derecha). Los elementos más destacados de ella son  la Bahía de la Aspereza (S. Asperitatis), el Mar de la Tranquilidad y el Mar de la Serenidad. Como curiosidad he señalado la zona donde alunizó el famoso Apolo 11. No muy lejos de allí, en el cráter Le Monnier, anduvo la sonda soviética Lunojod 2 en 1973. Tomó más de 80.000 fotografías y realizó varios análisis del suelo lunar.

También aparecen los nombras de algunos cráteres: Arago, Julio César, Eudoxo, Posidonio y Chacornac. Si copiáis los nombres en el buscador, rápidamente os enteraréis de que Arago fue un astrónomo, matemático, físico y político francés, que llegó hasta primer ministro (en 1848), que el cráter que lleva su nombre tiene 26 km de diámetro y 1,8 km de profundidad, lo que no está nada mal para verse tan pequeñito. 

Otro tanto podéis hacer con los demás y tendréis completa la colección del día. Si esto mismo lo repetís un día tras otro siguiendo la línea terminador, además de haceros con el relieve lunar os llevaréis alguna que otra sorpresa, como daros de bruces con los Pirineos, haceros con un bonito listado de hombres y mujeres que han tenido algo que ver con la Luna, qué es lo que hicieron para fomentar su conocimiento, o quizás lleguéis a descubrir que nuestro satélite se balancea y que gracias a eso podemos ver el 59% de su superficie y no el 50% que teóricamente deberíamos ver.

Aquí podéis ver un par de fotos más de la sesión de anteayer desde el balcón de mi casa con algunos nombres ya colocados. 

Y aquí mi telescopio en mi balcón:

miércoles, 6 de mayo de 2020

OBSERVAR LA LUNA DESDE CASA



Observar la Luna desde el balcón de casa es posible gracias a la enorme luminosidad de nuestro satélite, capaz de hacer frente a la enorme contaminación lumínica de las ciudades. Unos prismáticos 7x50 o 10x50 son los más apropiados —el primer número indica el aumento; el segundo, el diámetro de abertura de la lente frontal—. Si disponemos de un telescopio, mejor aún, porque nos va a permitir observar pequeños detalles. Incluso podemos llegar a realizar fotografías muy elementales, como las que aquí aparecen, sin disponer de cámara acoplada al telescopio, que es lo que hay que hacer si queremos dedicarnos a la fotografía astronómica.

Estas dos imágenes las realicé ayer desde un balcón cuya situación no es precisamente la más apropiada para observar el cielo. La calle es estrecha y tengo enfrente otros edificios a 20 metros escasos de distancia. La Luna, casi llena, estaba solamente un par de grados sobre el tejado de una de las casa vecinas. Y no dispongo de cámara para realizar fotografía astronómica que pueda acoplar al ocular del telescopio. De hecho, las realicé colocando el objetivo de un ipad sobre el ocular. Aún así no me parece que el resultado sea desastroso.

El telescopio es un dobson de 200 mm de abertura y 1200 mm de longitud focal. El ocular que utilicé es un 5 mm. Es la mayor potencia de aumento de la que dispongo, esto es, 240 aumentos. Dicho de otra manera: es como si estuviese mirando hacia la Luna situado a una distancia de 1.600 kilómetros. Esto significa que su imagen "no cabía" entera dentro del visor, solo podía ver una parte de ella. Así la zona que se ve perfectamente redondeada NO es el límite del satélite, sino el límite del tubo del telescopio. 

Borde SSE de la Luna. Fotografía del 5-05-2020.

Algunos detalles técnicos para entender correctamente las imágenes. He dicho que el telescopio es un dobson, es decir, es un reflector, un telescopio que refleja la imagen en un espejo. Por lo tanto, lo que se ve en el visor está invertido, lo de arriba está abajo y lo de la izquierda aparece a la derecha. A simple vista o con prismáticos lo que vemos es esto —las zonas señaladas corresponden, aproximadamente, a las zonas recogidas en las fotografías—:

Luna llena del pasado mes. Fotografía de Irene.

Otra cuestión importante a la hora de observar, y que conocen bien quienes hacen fotografía, es que la luz frontal aplana las imágenes. Por eso buscamos las primeras horas del día o de la tarde para fotografiar. A la superficie lunar le ocurre lo mismo, recibe la luz solar y donde esta da de forma perpendicular queda totalmente aplanada, de ahí que no sea el mejor momento para observarla cuando está llena. Lo mejor es ir buscando el borde donde se aprecia el relieve lunar, la llamada zona de terminador, la línea que separa la zona iluminada de la zona sin luz. Ahí sí podemos apreciar el relieve lunar, tal y como podéis comprobar en las dos primeras fotografías. Y como esta línea cambia según las fases, lo mejor, si la atmósfera lo permite, es ir observando cada día para poder descubrir el variado relieve que conforma la cara visible de la Luna.

jueves, 4 de mayo de 2017

LUNA CRECIENTE (3-05-2017)

Fotografía de Irene. Cámara COOLPIX B700, objetvo 24-1440mm.

Vuelvo a disponer de una fotografía de la Luna gracias a la buena labor de Irene y a que el cielo estaba despejado ayer. No siempre ocurre así y entre la 3ª noche de luna creciente y esta faltan las de la 4ª, 5ª y 6ª noches. Me hubiera gustado realizar la serie completa porque de esa manera, siguiendo la línea del terminador, es fácil ir aprendiendo los accidentes más destacados de la superficie lunar. Veamos, pues, qué nuevos elementos nos ofrece esta 7ª noche.

De norte a sur, son estos —dejo los nombres en latín, que son los utilizados por la UAI—: 
  • Cráter Aristoteles. Tiene 87 km de diámetro y 3,3 km de profundidad. Su nombre, no es necesario decirlo, está ahí en recuerdo del gran filósofo griego, y por el que yo siento una simpatía especial.
  • Cráter Eudoxus. Es relativamente pequeño, 67 km de diámetro, pero muy profundo para su tamaño, 3,4 km. Se le dio ese nombre por Eudoxo de Cnido, uno de los alumnos de Platón. Realizó una esfera celeste y numerosos trabajos para explicar el movimiento de los planetas.
  • Apenninus. Sí, también hay, como en Italia, unos montes Apeninos. Tienen una longitud de 600 km (en la fotografía tomada ayer aparece una pequeña fracción). Su cumbre más alta alcanza los 5.500 metros.
  • Cráter Ptolomeus. 153 km de diámetro y 2,4 km de profundidad. Ptolomeo fue el más grande astrónomo y geógrafo de la antigüedad. Su modelo cosmológico estuvo vigente hasta la Edad Moderna, cuando Tycho, Kepler, Copérnico y Galileo lo cambiaron por el modelo heliocéntrico.
  • Cráter Alphonsus. 119 km de diámetro y 2,7 km de profundidad. Su nombre hace referencia a Alfonso X, apodado "El Sabio", un raro rey medieval más interesado en el conocimiento que en las maniobras militares. Además de escribir, impulsó la Escuela de Traductores de Toledo.
  • Cráter Walther. 140 km de diámetro y 4,1 km de profundidad. Hasta la aparición de Tycho Brahe, las observaciones de Bernhar Walther sobre el cielo fueron las más precisas.
  • Cráter Stöffler. 126 km de diámetro y 2,8 km de profundidad. Johannes Stöffler realizó varias contribuciones en el ámbito matemático y geográfico, además de un globo celeste que aún se conserva en el Landesmuseum Württemberg, de Stuttgart.
  • Cráter Heraclitus. 90 km de diámetro y 3,8 km de profundidad. Heráclito es uno de los filósofos presocráticos del que todos los bachilleres aprenden las sentencias Ningún hombre puede bañarse dos veces en el mismo río o Todo fluye, nada permanece. Está considerado como el primer filósofo dialéctico.

lunes, 1 de mayo de 2017

LUNA CRECIENTE (29-04-2017)

Fotografía de IreneCámara COOLPIX B700, objetvo 24-1440mm.

Vuelvo a contar con una fotografía de la luna creciente. Es la 3ª noche y tanto Langrenus como Petavius aparecen muy "quemados" por la luz directa del Sol. Nos movemos por la franja de terminador y sobre el Mare Crisium descubrimos tres cráteres casi pegados: Cleomedes, Geminus y Messala. Más arriba se encuentra Franklin. Por debajo de Mare Crisium se empieza a extender Mare Fecunditatis.


Cleomedes es un cráter de 126 km de diámetro y 2,7 km de profundidad. Debe su nombre al astrónomo griego Cleomedes, quien escribió El movimiento circular de los cuerpos celestes, gracias al cual supimos cómo el gran Eratóstenes midió la circunferencia de la Tierra.

Geminus es un cráter muy profundo, 5,4 km, pero de diámetro medio, 85 km. Su nombre se debe a Gémino de Rodas, otro astrónomo de la antigued griega, de quien se ha conservado la obra El Isagogo.

Messala tiene una profundidad de poco más de un kilómetro y un diámetro de 125 km. Su nombre está en recuerdo del astrónomo y astrólogo persa Masha'Allah ibn Atharī. En vida —siglo VIII—fue considerado como  la persona que más sabia de las estrellas. 

Franklin tiene 57 km de diámetro y 2,7 de profundidad. Su nombre alude a uno de los personajes más populares del mundo científico, Benjamin Franklin, pero más famoso si cabe por su destacado papel en el proceso de independencia de los EEUU.

sábado, 29 de abril de 2017

LUNA CRECIENTE (28-04-2017)

Fotografía de Irene RodríguezCámara Nikon, objetvo de 1000mm.

La luna ha comenzado a crecer. El cuarto creciente es todavía muy pequeño, ideal para observar los accidentes del lado oriental que comienzan a destacarse en el terminador —zona del disco lunar que constituye la frontera entre la parte iluminada y la que permanece en la oscuridad—, gracias al cual distinguimos el relieve.

La Luna se encuentra separada del Sol unos 25º —un palmo, aproximadamente, con el brazo extendido—. En esta segunda noche de crecimiento lunar se perciben bien los cráteres Langrenus y Petavius más el borde del Mare Crisium. Debajo, aparece Aldebarán, la estrella alfa de Tauro.

Langrenus recibe ese nombre en recuerdo de Michel Florent van Langren (1598-1675), el primer astrónomo en dibujar un mapa de nuestro satélite. El cráter es un cráter de impacto. Tiene una profundidad de 2,7 km y un diámetro de 132 km.

Petavius es otro cráter de impacto y mayor que el anterior: 3,4 km de profundidad y 177 km de diámetro. Su nombre es recuerdo de Denis Pétau (1583-1652), jesuita francés, muy famoso en su época. Llegó a ser cardenal. 

Aldebarán es la estrella más brillante de la constelación de Tauro y la 13ª del cielo nocturno. Es una estrella gigante naranja, con un radio 44 veces mayor que el del Sol. Está situada a 65 años luz. su nombre viene del árabe y significa "la que sigue" —se supone que a las Pléyades—.