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sábado, 11 de mayo de 2013

OZYMANDIAS

Este es uno de los más bellos sonetos del romanticismo inglés. Traducido al castellano pierde la magia de la rima y ese efecto serpenteante y encadenado que tiene en su idioma original. Aún así, mantiene toda la fuerza expresiva en la traducción de Leopoldo Panero que es, de las que conozco, la que más me gusta.

El tema, como podéis ver, es el del colosalismo —el poder— reducido a un puñado de arena por la fuerza del tiempo. La muerte y la impotencia ante el transcurrir de los días nos iguala a todos.

Algo muy similar escribió Borges en su estupendo cuento Los dos reyes y los dos laberintos.


Encontré un viajero de comarcas remotas,
que me dijo: "Dos piernas de granito, sin tronco,
yacen en el desierto. Cerca, en la arena, rotas,
las facciones de un rostro duermen... el ceño bronco,

el labio contraído por el desdén, el gesto
imperativo y tenso, del escultor conservan
la penetrante fuerza que al esculpir han puesto
en su mano la burla del alma que preservan.

Estas palabras solas el pedestal conmina:
'Me llamo Ozymandias, rey de reyes. ¡Aprende
en mi obra, oh poderoso, y al verla desespera!'

Nada más permanece. Y en torno a la ruina
del colosal naufragio, sin límites, se extiende
la arena lisa y sola que en el principio era.

Y aquí lo tenéis en inglés:

lunes, 4 de agosto de 2014

SI MUEREN DULCES VOCES

Imagen tomada de Wikipedia
Un 4 de agosto, igual que hoy, pero de 1792 nacía el poeta romántico inglés P. B. Shelley. De él ya hay algún otro rastro en este espacio (Ozymandias y Oda a Nápoles), pero un día como hoy se merecía estar presente y que él mismo hiciera honor a sus propias palabras. Celebrar la poesía y a quienes la escriben siempre será una tarea de este blog.


SI MUEREN DULCES VOCES

Queda la música de las voces que mueren
Vibrando en la memoria.
Viven los aromas de las enfermas violetas
En los sentidos que despierta su dulzura.

Cubren los pétalos de las rosas muertas
El lecho de la amada.
Y así sus pensamientos, cuando se haya ido,
El amor mismo los mecerá en sueños.

               Traducción de Ángel Rupérez.

Aunque el poema tiene que ver con el amor de pareja, no creo que ni Shelley ni nadie se enfade porque cada cual haga objeto de sus pensamientos a quien desee o a lo que desee. Por mi parte quiero que mi recuerdo sea para el propio poeta, y que su voz permanezca vibrando en nuestra memoria mucho tiempo.